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jueves, 21 de enero de 2010

BUSCANDO TESOROS

Las actividades en la vida toman difrentes caras o enfoques dependiendo de los tiempos o las circunstancias. Algunas veces se cruza el rio grande buscando el sueno americano, el billete verde; ya sea buscando solo una mejor forma de vida o, muchas veces, por el afan de aventura. Pero El Rio Grande puede ser solo un simbolo que materializa una linea que hay que cruzar para obtener o encontrar algo. Recuerdo que alla por los anos 80 tuve mi Rio Grande y lo cruce muchas veces arrastrado, en parte por la aventura, pero en realidad por el afan de "hacerte rico" despertando de un sueno. Cuanta gente del pueblo, sin saber quien era yo, me recuerda como "el buscador de tesoros" que semana a semana salia con mis socios en busca de oro. Aqui viene el cuento:
Vivia yo en la Ciudad de Mexico y tenia un amigo de nombre Fernando, Subdirector de Minerales no Metalicos de la Secretaria de Energia y Minas, al cual entusiasme con mis cuentos de que Coalcoman era un "hervidero"de tesoros enterrados. Paso el tiempo y la fortuna quiso que a mi amigo le dieran el cambio, con el mismo puesto, a la Ciudad de Morelia. En una ocasion que lo visite hicimos memoria de los tesoros y, llevados por el espirutu aventurero, urdimos un plan para buscar tesoros en mi pueblo de Coalcoman. Le platique la idea a mi tio Jose Farias y a Chavita "el de Lucha" y quedaron encantados de tal manera que redondeamos la idea que habia platicado con Fernando y "compramos" una retroexcavadora que seria nuestro ariete contra las puertas de las ciudades perdidas. El plan era que Jose y Chavita investigarian durante la semana todas las "relaciones" (asi se llama al plano de un tesoro y su historia) de los tesoros que se pudiera y, el fin de semana (sabado y domingo) nos reuniriamos para ir a "sacarlo". Con ese plan viajaba yo todos los viernes en la tarde (6 pm) de la Ciudad de Mexico al pueblo; y Fernando de Morelia. El sabado temprano estabamos listos para la expedicion. Chavita era el operador (que no tenia ni idea, pero aprendio). No se cuantos agujeros hicimos, pero durante dos "hermosisimos" anos, estuvimos haciendo hoyos. No logramos nuestro objetivo en ninguna ocasion; pero, mientras llegaba el resultado eramos "millonarios". Eso fue lo que ganamos, lo mismo que un comprador de billete de loteria, es rico mientras no vea el resultado. Lo que se compra es "la esperanza". Ahora, 2 decadas despues, ?recordaran a los buscadores de tesoros?.
El relato me fue traido a la memoria al leer un pequeno cuento sobre
TESOROS Y CIUDADES PERDIDAS 
 que recibi en una monografia que me mandan semana a semana de www.monografias.com Este es un sitio para webmasters (desarrolladores de web) al cual les recomiendo suscribirse, contiene muy buen material para muchos objetivos.

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